La labor de los ingenieros hospitalarios es fundamental para introducir nuevas tecnologías y materiales en los centros hospitalarios.
Los ingenieros hospitalarios son profesionales con un reconocimiento que, por lo general, no va en consonancia con su importancia dentro de la gestión clínica. Estos profesionales desempeñan una labor clave para lograr que los centros sean cada vez más sostenibles y se adapten con todas las garantías a las nuevas realidades sociosanitarias.
A nadie se le escapa que el futuro de los centros hospitalarios pasa por el desarrollo del concepto de hospitales inteligentes. Y es en esa evolución donde entran en juego la eficiencia, la seguridad y el bienestar del paciente como absolutas prioridades.
¿Qué es la Ingeniería Hospitalaria?
Al respecto, la Ingeniería Hospitalaria es una rama de la sanidad que se orienta hacia la gestión, planificación, análisis, diseño, desarrollo e implementación de tecnologías que ofrezcan alternativas y soluciones mejoradas a los problemas del entorno hospitalario. ¿Cómo? Empleando las tecnologías más punteras, especialmente en el sector sanitario.
Esta tecnificación del sector hospitalario, al igual que en el social o empresarial, es una realidad palpable de las últimas décadas que, en este caso, ha generado la necesidad de contar con ingenieros especializados en equipos médicos e instalaciones sanitarias.
Esa ingeniería hospitalaria relacionada tiempo atrás con el mero mantenimiento y buen uso de edificios, instalaciones y equipamiento hospitalarios, hoy ya es un concepto obsoleto. De hecho, es una de las profesiones que más están evolucionando y que más van a evolucionar.
Así, el ingeniero hospitalario ha adoptado un rol multidisciplinar y proactivo, colaborando y tomando decisiones sobre los nuevos equipamientos hospitalarios y tecnologías avanzados a implementar en los centros. Al respecto, el ingeniero hospitalario se encarga de aspectos como:
- Asesorar en inversiones y nuevas instalaciones.
- Dirigir obras menores y supervisar contratas.
- Gestionar los recursos económicos y humanos
- La responsabilidad técnico-legal de las instalaciones.
Por tanto, estos profesionales tienen cada vez mayor peso en la gestión clínica, como por ejemplo en las soluciones de seguridad eléctrica para instalaciones hospitalarias.
Caso práctico: la gestión sanitaria de la Covid-19
A pesar de no tratarse de personal sanitario como tal, los ingenieros hospitalarios han jugado, juegan y jugarán un papel determinante en los centros y hospitales que han de bregar con el luchado contra el SARS-CoV-2 y la epidemia de Covid.
La pandemia global ha puesto de manifiesto cómo de importante es el buen funcionamiento de un hospital a nivel de seguridad eléctrica, infraestructuras, suministros y equipamiento.
Así, en los hospitales son los departamentos de ingeniería y mantenimiento los responsables de suministros críticos como gases medicinales, agua, electricidad o combustibles.
Es sabido que la improvisación o falta de gestión lleva tanto a pérdidas económicas como a una asistencia sanitaria más deficiente. Por ello, hay que saber manejar todo lo que engloban estos conceptos de una forma total.
Empezando por el sistema eléctrico, el núcleo central del funcionamiento de un hospital. La ingeniería hospitalaria trabaja aquí para controlar, por ejemplo, que el suministro eléctrico será eficaz bajo cualquier circunstancia, que los depósitos de combustible de los grupos electrógenos estén llenos, o que los hospitales de nueva construcción dispongan de dos acometidas eléctricas en caso de avería.
Más específicamente con los pacientes de Covid, su consumo de oxígeno medicinal es altísimo, por lo que es vital que el suministro esté garantizado y que las reservas sean las adecuadas. También es preciso controlar los elementos no se vean afectados por la variación extrema de las temperaturas u otros factores, así como tratar de evitar el consumo mediante botellas, siendo más aconsejable en casos de excepción valerse de rampas de gases.
Otro punto estratégico es la climatización, el confort término del personal sanitario y los pacientes. Por ello, se hace más que necesario asegurar los suministros de gas natural o de gasoil, o de las baterías de frío y calor.
Un proceso que ha afectado decididamente en la gestión sanitaria de la Covid-19 y que marcará el devenir de la sanidad futura es la desinversión. La falta de apoyo económico vivida en los últimos años se ha dejado notar y con creces en esta pandemia, “acrecentando los efectos de la crisis”, en palabras de Luis Mosquera, Presidente de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH).
Mosquera apunta además que es urgente invertir en los hospitales para hacerlos más “ligeros y elásticos”.
El papel de la ingeniería hospitalaria para diseñar los hospitales del futuro
Como decíamos, detrás del mantenimiento y del buen uso de la tecnología que se hace en los hospitales españoles están los ingenieros hospitalarios. En suma, es un elemento primordial en la introducción de nuevas tecnologías y materiales en el sector sanitario.
Copartícipes de las nuevas tecnologías que se van a implantar en el hospital, su conocimiento se antoja clave para el manejo de ese determinante componente tecnológico que va aparejado a los hospitales del futuro.
Es decir: cada equipamiento que se use en medicina integrará un componente de Ingeniería, tanto de software como de hardware. Un dato que no es baladí y al que también ha de responder en consonancia la inversión para actualizar los centros hospitalarios.
Que la ingeniería hospitalaria ha llegado para quedarse se aprecia en el hecho de que varias comunidades autónomas realizan sus planes en materia de infraestructura para los próximos cinco y diez años, ya que se necesita una óptima planificación de la arquitectura en Ingeniería Hospitalaria.
Ese tejido de profesionales cualificados ayudará a obtener mayores beneficios de la telemedicina, a impulsar metodologías para evitar prestar servicios médicos a distancia cuando el paciente no revista gravedad, a implantar el Big Data o la Inteligencia Artificial, etc.
En definitiva, repensar los hospitales para hacer más sostenibles y seguros los edificios sanitarios.
Un asunto global en el que Estados Unidos y China ya están poniendo muchos esfuerzos, y que en países como India alcanzará una nueva dimensión: para 2024, está previsto que su gasto hospitalario alcance los 2.000 millones de euros anuales.
Ingeniería hospitalaria y seguridad eléctrica
Otro de los ámbitos en los que la ingeniería hospitalaria tiene mucho que aportar es en la seguridad eléctrica de los hospitales.
El suministro energético es fundamental no solo en momentos excepcionales y de gran presión hospitalaria como pueden ser la mencionada pandemia, eventuales desastres naturales o situaciones críticas. En esos momentos áreas críticas como los quirófanos o las UCI tienen un alto ritmo de trabajo, por lo que la seguridad eléctrica juega un rol imprescindible en el cuidado médico de los pacientes y, por supuesto, para facilitar la labor de los profesionales sanitarios.
“El suministro energético es fundamental no solo en momentos excepcionales y de gran presión hospitalaria como pueden ser la mencionada pandemia, eventuales desastres naturales o situaciones críticas.
Por otra parte, teniendo en cuenta que la tecnología cada vez está más presente en hospitales y centros sanitarios a través de programas, software, máquinas, etc… Es importante contar con soluciones de seguridad eléctrica hospitalaria que velarán por el buen funcionamiento de todos los servicios médicos ofrecidos.
Planificando los hospitales del mañana
Un hospital ligero, adaptable, con las infraestructuras adecuadas y preparado para adaptarse a las nuevas y cambiantes realidades del sector. Así es el modelo de centro sanitario que se asentará en el futuro.
Un concepto que, por si generaba dudas, ha ganado más aceptación que nunca con la crisis del Covid: la estructura sanitaria mundial no está preparada para afrontar enemigos y situaciones así.
Por tanto, la labor de la ingeniería hospitalaria será lograr que los hospitales sean espacios seguros e inteligentes que se adapten de forma óptima y rápida a necesidades concretas y temporales. Para reducir el porcentaje de improvisación, será esencial su trabajo a la hora de diseñar planes de contingencia. Y, fundamentalmente, garantizar la seguridad eléctrica o flexibilizar el diseño de hospitales, como por ejemplo tener espacios preparados para acoger salas móviles, zonas de hospitalización que se puedan transformar en UCI, etc.