Las tendencias de desarrollo energético hospitalario en 2024 están siguiendo, y seguirán, un patrón muy claro: explotar el potencial del proceso acelerado de digitalización que vive el sector sanitario en los últimos años.
La tecnología es más que nunca la llave para proporcionar una atención médica óptima y mejorada, de mayor calidad.
Esta transformación digital genera un impacto importantísimo desde todos los puntos de vista en el ámbito de la salud.
Entre otras cosas, permite a las instituciones médicas simplificar una amplia gama de procesos administrativos y aumentar su eficiencia operativa, redundando en beneficios tanto para la propia gestión como para los pacientes y familiares.
El sector avanza dando pasos de gigante hacia la integración de tecnologías como la inteligencia artificial (IA), el análisis de datos y el uso de dispositivos conectados a Internet. Nuevos sistemas que impulsan también un nuevo desarrollo energético hospitalario en distintos frentes. Veamos cuáles son los más interesantes en 2024.
1. Mayor uso de energías renovables
Los hospitales pueden adoptar tecnologías solares, eólicas o de biomasa para reducir su dependencia de los combustibles fósiles y disminuir sus emisiones de carbono.
Sin ir más lejos, asistimos ya a la implantación de modelos de medición y de IA que automatizan la colocación y configuración de los componentes de la red eléctrica para optimizar la eficiencia energética.
En este sentido, el acuerdo histórico logrado por casi 200 países en la COP28 para abandonar los combustibles fósiles requiere una actualización y digitalización de los sistemas energéticos globales. Y el sector sanitario es una de las partes más implicadas y con mayor alcance.
El objetivo pasa porque el sector salud deje de ser el ‘quinto país’ más contaminante.
2. El auge de la telemedicina
Según las proyecciones de Statista, se estima que para el 2025, el mercado global de la telemedicina alcanzará los 278 billones de dólares.
Se trata de una herramienta puntera y elemental para respaldar el trabajo de los profesionales de la salud, así como el funcionamiento de las instituciones médicas.
Con la telemedicina, reducimos la congestión en consultorios y hospitales y minimizamos desplazamientos innecesarios, entre otros beneficios.
3. Hospitales Inteligentes impulsados por el IoMT
A medida que aumenta la adopción del Internet de las Cosas Médicas (IoMT), los profesionales de la salud pueden hacer uso de más dispositivos que permiten el monitoreo continuo de parámetros de salud, de forma remota y en tiempo real.
Esto facilita la gestión de enfermedades crónicas y contribuye a la prevención y detección temprana de complicaciones.
4. Eficiencia energética
Los hospitales buscan mejorar la eficiencia energética mediante la actualización de equipos, la integración de baterías de almacenamiento de energía, la optimización de sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC), y la adopción de tecnologías inteligentes para el control y monitoreo de energía.
Asimismo, pueden desarrollar microredes para gestionar de manera más eficiente la energía generada localmente y coordinar la carga de energía con el fin de optimizar el uso de recursos.
5. Integración de tecnologías de energía verde
La adopción de tecnologías innovadoras como la energía geotérmica, la cogeneración y la energía hidroeléctrica en pequeña escala podría aumentar, especialmente en áreas donde estas fuentes de energía son viables.
6. Enfoque en la sostenibilidad y la responsabilidad ambiental
La creciente conciencia sobre el impacto ambiental está llevando a los hospitales a priorizar la sostenibilidad en sus operaciones, incluida la reducción de residuos, el reciclaje y la implementación de prácticas ecoamigables en toda la institución.
7. Avatares digitales y chatbots
Tanto los asistentes virtuales como los chatbots basados en algoritmos de IA Generativa se han convertido en herramientas poderosas que apoyan el trabajo de los especialistas médicos.
Al entrenar modelos de IA con literatura médica, los facultativos pueden obtener recomendaciones sobre tratamientos, diagnósticos y medicamentos, lo que influye en la toma de decisiones clínicas.
En suma, estas tendencias de desarrollo energético hospitalario en 2024 reflejan un movimiento hacia una mayor autosuficiencia energética, una reducción de la huella de carbono y una mayor resiliencia en la infraestructura hospitalaria a partir del impulso de la IA, el análisis de datos y la mejora en la gestión y equipamiento médico.