¿Puede el arte ser convertirse en una ayuda terapéutica para los pacientes con cáncer?
Cada año, el 4 de febrero, se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, una fecha para recordar la necesidad de prevenir el cáncer, aumentar la calidad de vida de quienes lo sufren, obtener unos mejores cuidados y, en definitiva, un llamado a unir nuestras voces y actuar.
En esa búsqueda de alternativas para un mayor bienestar, recientemente hemos conocido una interesante propuesta: la unión del Hospital Vall d’Hebron y el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) para impulsar nuevos tratamientos a través del arte.
Esta alianza busca llevar a cabo diferentes acciones destinadas a explorar las potencialidades del arte como herramienta para que pacientes y familiares disfruten de sus beneficios terapéuticos y emocionales.
En definitiva, se trata de hacer más humana y agradable la estancia en el Vall d’Hebron y procurar que los usuarios del hospital logren beneficios terapéuticos a través de los valores y bienestar que puede aportar el arte.
Un proyecto innovador
Esta pionera iniciativa se enmarca en un programa transversal recientemente aprobado por el Institut Català de la Salut que busca avanzar en el aprovechamiento del valor terapéutico de las diferentes disciplinas artísticas y culturales. De esta forma, pone en valor los museos y las instituciones culturales como activos de salud, es decir, como agentes con potencialidad de ser beneficiosos para la salud de la ciudadanía.
El convenio de colaboración entre ambas entidades comenzará con un proyecto destinado a estudiar nuevas terapias de arte en salud en el ámbito de la psicología.
La iniciativa arrancará con mujeres que presentan un trastorno por estrés postraumático, de origen cultural diverso (inmigrantes o refugiadas) y que padecen situaciones de vulnerabilidad social.
El tratamiento psicológico combinará nuevas estrategias didácticas del Museu Nacional y los principios de intervención terapéutica por el apoyo emocional a situaciones de fragilidad de la mujer establecidas por el equipo del Dr. Josep Antoni Ramos-Quiroga, Jefe del Servicio de Psiquiatría del Vall d’Hebron.
Las pacientes recibirán un tratamiento psicológico divididas en dos grupos: uno de ellos lo realizará totalmente en el hospital y el otro se trasladará al MNAC para comprobar si el hecho de ser tratadas en un ambiente no sanitario, como es un museo, y aplicando a las sesiones de tratamiento las ventajas del arte, les aporta más satisfacción y mejora su calidad de vida, así como disminuye los síntomas derivados del estrés postraumático.
En función de los resultados, la experiencia puede ampliarse a otros colectivos como pacientes con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) o autismo. Asimismo, la aplicación del arte en la salud ya ha dado resultados prometedores con pacientes con depresión o Alzheimer.
El proyecto conjunto de Vall de Hebron y el Museu Nacional se basa en concreto en el modelo STAIR Therapy, según el cual para recuperarse de un trauma es tan importante la regulación emocional como trabajar el funcionamiento interpersonal e incorporar recursos que mejoren la percepción de uno mismo y la socialización, sobre todo en el aspecto de recibir y dar apoyo.
“Las pacientes recibirán un tratamiento psicológico divididas en dos grupos: uno de ellos lo realizará totalmente en el hospital y el otro se trasladará al MNAC para comprobar si el hecho de ser tratadas en un ambiente no sanitario, como es un museo, y aplicando a las sesiones de tratamiento las ventajas del arte, les aporta más satisfacción y mejora su calidad de vida, así como disminuye los síntomas derivados del estrés postraumático.”
La importancia de contar con entornos hospitalarios acogedores
Crear entornos hospitalarios acogedores es crucial para el bienestar de los pacientes, y está más que demostrado que contribuye significativamente a su proceso de curación.
Entre otras cosas, el mejor diseño del equipamiento hospitalario o la apuesta por el diseño biofílico generan grandes beneficios tanto en pacientes como en personal sanitario:
- reducción del estrés y la ansiedad,
- estímulos positivos para la curación,
- un mayor fomento de la comunicación médico-paciente,
- la mejora de la satisfacción de todas las partes implicadas,
- un buen impacto en la salud mental,
- el apoyo cómodo de familia y cuidadores…
No en vano, los entornos de centros sanitarios a menudo pueden ser intimidantes y generadores de ansiedad, especialmente para los pacientes.
Un ambiente acogedor, con colores cálidos, iluminación suave y espacios diseñados para brindar comodidad sin perder efectividad y pragmatismo, puede ser de lo más terapéuticos.