La digitalización de los sistemas sanitarios ha brindado innumerables beneficios, desde la simplificación de los procesos administrativos hasta la mejora en la atención médica y la reducción de costos. Sin embargo, también ha abierto una puerta para los ciberdelincuentes que ven en el sector de la salud un objetivo atractivo para sus ataques. Los ciberataques a la sanidad son un problema creciente que preocupa a los expertos en ciberseguridad y al sector sanitario en general.
El aumento de los ciberataques en la sanidad
En los últimos años, los ciberataques a la sanidad española se han incrementado significativamente. Según el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), en 2022 más de 500 instituciones sanitarias reportaron incidentes, lo que supuso un aumento del 48% respecto al año anterior. Además, un informe del grupo Sham destaca la vulnerabilidad de los dispositivos conectados de tratamiento y diagnóstico en el sector sanitario.
“Este aumento en los últimos años, pueden producir consecuencias devastadoras. Uno de los mayores riesgos es el robo de datos personales de los pacientes, lo que puede llevar a la identidad falsa, el robo de la información médica y el acceso no autorizado a la historia clínica de los pacientes.”
Además, los ciberataques pueden bloquear los sistemas informáticos, lo que puede hacer que los hospitales y las clínicas no puedan acceder a la información vital de los pacientes y retrasar el tratamiento médico. Estos ataques también pueden afectar a la infraestructura crítica de los hospitales, como los sistemas de suministro de energía y los sistemas de seguridad, lo que puede poner en peligro la vida de los pacientes.
El aumento de la dependencia de la tecnología para el funcionamiento de los hospitales y centros de atención médica ha convertido al sector sanitario en un blanco atractivo para los ciberdelincuentes. Los datos médicos y personales de los pacientes son extremadamente valiosos para los ciberdelincuentes, y la sensibilidad de estos datos los convierte en un objetivo de interés. Además, la pandemia de la COVID-19 ha hecho que los ataques a la sanidad se intensifiquen, lo que ha llevado a la Unión Europea a tomar medidas para mejorar la ciberseguridad del sector.
Las causas de los ciberataques en la sanidad
Hay varias causas de los ciberataques en la sanidad.
En primer lugar, la información médica es extremadamente valiosa en el mercado negro, y los ciberdelincuentes pueden obtener grandes sumas de dinero al vender esta información. Además, los sistemas de salud suelen tener sistemas de seguridad más débiles que los de otras industrias, lo que los convierte en objetivos más fáciles para los ciberdelincuentes.
Los ciberdelincuentes utilizan diversas técnicas para atacar los sistemas sanitarios, como el ransomware, el phishing y la explotación de vulnerabilidades del sistema informático. Los hospitales y centros de atención médica son especialmente vulnerables a los ataques de ransomware, ya que dependen en gran medida de los datos y la información que manejan. Además, los dispositivos médicos son particularmente vulnerables a los ciberataques, a pesar de su importancia para la vida y la atención sanitaria.
Otra causa de los ciberataques en la sanidad es la falta de inversión en ciberseguridad. Muchos hospitales y clínicas no tienen los recursos necesarios para proteger sus sistemas de información, lo que los convierte en objetivos fáciles para los ciberdelincuentes. Además, muchos empleados de la sanidad no están capacitados para identificar y prevenir los ciberataques, lo que puede llevar a la brecha de seguridad.
Las soluciones para los ciberataques en la sanidad
La prevención de ciberataques es fundamental para garantizar la seguridad de los pacientes y la continuidad de los servicios médicos.
Hay varias soluciones posibles para los ciberataques en la sanidad.
En primer lugar, se necesita una mayor inversión en ciberseguridad para proteger los sistemas de información de los hospitales y clínicas. Esto puede incluir la contratación de expertos en ciberseguridad y la implementación de medidas de seguridad más avanzadas.
Además, se necesita una mayor capacitación para los empleados de la sanidad. Los trabajadores de la sanidad deben estar capacitados para identificar y prevenir los ciberataques, así como para reconocer las señales de alerta temprana de un posible ataque. Esto puede incluir la educación sobre los métodos de phishing y la implementación de políticas de seguridad más estrictas.
Otra solución es la implementación de medidas de seguridad más avanzadas, como la autenticación de dos factores y el cifrado de datos. Estas medidas pueden ayudar a proteger los sistemas de información de la sanidad y garantizar que la información médica de los pacientes esté segura.
En conclusión, los ciberataques a la sanidad son un problema creciente que preocupa al sector sanitario y a los expertos en ciberseguridad. La dependencia de la tecnología y la sensibilidad de los datos hacen que el sector sanitario sea un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes. Es fundamental tomar medidas preventivas para garantizar la seguridad de los pacientes y la continuidad de los servicios médicos en un entorno cada vez más digitalizado.